[Poesía]
128 Pág.
LUCHO FALLECIÓ CON EL TERMIDOR BLANCO EN LA MANO
Es así y fue así:
el lucho, vecino de mi tía
y padre de un gran amigo de la infancia,
murió tetra en mano
y fue llorado de una manera prudente por mis tías
Aceptar a lucho
es uno de los objetivos nobles
que vale la pena imponerse;
defenderlo,
nombrarlo,
acordarse de él,
de que trabajaba
y caminaba como zombie
por cinco esquinas
y que también podía cantar
y que se me apareció en sueños
como el invento del lunguaje
en la mano
curvo,
distante,
aislado,
los ojos blancos
sobre el cobertizo de la piel:
cobarde,
contento,
cortado,
castaño:
tu nombre tiene la aspiración de cualquier afiliado
al partido.
Lucho, ahora
dejemos
que la muerte
haga lo propio
y llevemos
la campera negra
a que le arreglen el
cierre.
Lucho, sos para mí:
1. la distancia porosa de lo parcial;
2. un padre indulgente:
3. el destello de que hay algo que no es de nosotros
en todo lo que llamamos "mio"
o "casa",
o "frontera".
Edita Nulú Bonsai
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