[Narrativa - Ilustración]
 
Y viajas de un lado al otro del mundo como un Adán enloquecido por la belleza. Y saltas, sí, saltas sobre las plantas de tus pies hacia lo que ya no está velado, ni es triste, hacia lo idéntico saltas, hacia lo afilado y brillante, hacia lo que te invita, hacia la voz alegre que ha borrado ya tu vida y tu nombre.
 
Edita Portaculturas